La condena al exalcalde de Blanca Rafael Laorden por el caso del vertedero ilegal que impulsó el propio Ayuntamiento en el paraje de Hoya de San Roque de la Sierra de Ricote, donde había vegetación protegida, es una "noticia agridulce" para Ecologistas en Acción y para Podemos. Ambas formaciones han coincidido en destacar el valor que tiene esta condena, ya que sienta precedente para otros casos similares por agresiones contra el medio ambiente. El portavoz de Ecologistas en Acción (EeA), Pedro Luengo, ha lamentado que esta sentencia haya tardado 17 años en llegar, una dilación que, según asegura, ha servido para reducir aún más una condena que, aunque es muy importante en tanto que reconoce la existencia de un delito, tiene unas consecuencias ridículas para quienes lo cometieron.
Luengo ha criticado que, finalmente, los acusados (además del exalcalde, también han sido condenados dos concejales de medio ambiente y la empresa adjudicataria del vertedero) hayan sido condenados por un delito de agresión contra la flora protegida, en lugar de por un delito contra el medio ambiente, tal y como pedía la fiscalía en un principio. Ese cambio en el tipo de falta cometida es la que ha hecho que la condena sea ridícula en términos económicos, quedándose en menos de 1.500 euros de sanción. "El vertedero fue construido invadiendo el dominio público hidráulico y afectando a especies de flora y fauna protegida", destaca Luengo, quien además considera que el proceso y su dilación demuestran "la dificultad existente para conseguir condenas de delitos ambientales en la Justicia española. El portavoz ecologista ha achacado este hecho a "lo mal tipificadas que están este tipo de infracciones" y a la falta de formación de jueces y fiscales "a la hora de tratar estos temas y probar la relación causa efecto del delito con el daño ambiental"
Por su parte, la portavoz regional de Podemos, María Marín, ha criticado que un proceso judicial por causar daños al medio ambiente "pueda dilatarse durante casi 20 años" y quede finalmente en una "sanción ridícula". Sin embargo, la diputada morada ha mostrado también su satisfacción ante esta condena ya que "puede sentar precedente para casos similares". Además, Marín ha recordado que se trató de un caso más de desprecio del Partido Popular por la naturaleza, algo que "a pesar del tiempo pasado, sigue sucediendo en cada rincón de nuestra Región. "Al Partido Popular le da igual el Valle de Ricote, el Monte Arabí, el Mar Menor o la Bahía de Portmán. Siempre se va a poner de parte de los infractores, cuando no son sus propios cargos públicos los que cometen los delitos ambientales", ha aseverado Marín.