El ciclo literario de Blanca, Río de Letras, celebró anoche su tercer encuentro con el novelista, ensayista y poeta español, Benjamín Prado que deleitó al centenar de asistentes en la Fundación Pedro Cano.
El encuentro literario fue conducido por el también escritor Miguel Ángel Hernández Navarro, que se encuentra en un momento dulce tras la publicación de su última novela 'El dolor de los demás'. Ambos mantuvieron una charla a modo entrevista en la que el escritor madrileño fue desgranando y confesando secretos sobre su quehacer diario en el transcurso de escribir una novela.
El ganador del Hiperión, que se encuentra promocionando su último libro 'Los treinta apellidos', hizo un pequeño recorrido por cada una de sus novelas con una visión muy personal de algunos episodios históricos de nuestro reciente pasado, cuajado de anécdotas. Según él, sus novelas son complejas y requieren mucha documentación para desarrollar algunos temas. Destacó la amistad y admiración que le unió a Rafael Alberti desde que tenía 17 años, y del que heredó la máxima "La novela tiene que entretener".
Al finalizar el acto, en la apertura de preguntas al público, se le instó a hablar sobre su relación con Joaquín Sabina, del que indicó que le une una gran amistad, de más de 35 años. Una relación que para Prado resulta "buena para el corazón y para la cabeza, y mala para el hígado" lo que arrancó la sonrisa de un público que permaneció expectante en cada una de sus intervenciones.