Rafael Chirbes llegó ayer a la Fundación Pedro Cano con la tarea de clausurar la quinta edición del ciclo literario 'Río de Letras'. Con la resaca aún por haber recibido, recientemente, el Premio Nacional de la Crítica Literaria por su novela 'En la orilla', el historiador valenciano confesó que nunca había tenido la sensación de ser un escritor profesional asegurando que "escribo para ser lo que no soy en realidad".
Tras una encomiable presentación a cargo de Encarnación García de León, Catedrática de Lengua y Literatura, Chirbes se definió ante todo como un historiador. "Sin historia no hay novela ni nada, todo es parte de la historia" aseguró el autor de 'Crematorio', la novela con la que ha vivido su máximo éxito pese a que estuvo a punto de guardarla en un cajón y de la que confesó haber escrito "muy a disgusto, me parecía poco moral y muy oscura".
Chirbes dejó claro en el ciclo literario blanqueño no sentirse un novelista profesional. "Escribo cuando me salen las cosas" certificó agregando que escribe porque lo que le rodea no le gusta ya que "si te gusta mucho lo que te rodea lo disfrutas, pero escribes cuando ese disfrute crea problemas. Al final, te comprometes con algo y escribes para encontrar un espacio, que en mi caso es el mío propio y que me compromete conmigo mismo y no con cómo me cuentan las cosas otros"
El escritor valenciano aseguró no estar trabajando en ninguna novela actualmente y descartó que, de haber un nuevo libro, vaya a ser una trilogía.
La Villa del Libro cerró con la intervención del Premio Nacional de la Crítica Literaria su quinta edición por la que han pasado el Premio Nacional de Narrativa, José María Merino; la Premio Planeta, Clara Sánchez; y la escritora Elvira Menéndez, autora de 'El corazón del Océano'. La Fundación Pedro Cano también ha visto pasar a cuatro destacados críticos del panorama literario español; se trata de José Antonio Masoliver ('La Vanguardia'); Ángel Luis Prieto de Paula ('El País), Mercedes Monmany ('Abc') y José Belmonte Serrano ('La Verdad').