El ex Ministro de Cultura elogia la labor del Alcalde, Rafael Laorden, en su firme apuesta por hacer de Blanca un lugar para el arte, “un destino privilegiado en turismo cultural”.
“La poesía me sirve para ser mejor persona” declaró anoche César Antonio Molina, el autor que dio continuidad a Río de Letras, el encuentro nacional de escritores organizado por el Ayuntamiento de Blanca a través de su concejalía de Cultura. El prolífero escritor propuso a los blanqueños un viaje literario a través de sus creaciones, de sus lugares de ensueño, de aquellos espacios “donde no existe ni es posible el dolor”. Así, su prosa ágil trasladó la imaginación del centenar de personas asistentes a una verdadera introspección literaria, a un recorrido por el pensamiento y la escritura de muchos de sus autores favoritos.
Antes de su intervención, y tras ser presentado por el pintor Pedro Cano, Molina confesó a los asistentes su satisfacción “ante este pueblo que apuesta firmemente por un turismo cultural”. El ex ministro de Cultura quiso agradecer, también al alcalde de Blanca, Rafael Laorden, que estuvo presente en el acto junto a la concejal de Cultura, Mercedes Candel, que en tiempos de crisis siguiera fiel a sus ideas y haya hecho de Blanca, que ya era pueblo de artistas “un municipio de referencia cultural en la Región de Murcia”.
La conferencia que impartió el que fuera director de Instituto Cervantes, llevó por título ‘El mundo a través de mi literatura’, de tal forma que sumergió a los asistentes en un profundo viaje con el interrogante que, según Molina, todo escritor se hace así mismo “ser activo y viajar, conociendo los lugares más maravillosos del mundo, o por el contrario viajar sin moverte de su sitio, a través de tu imaginación, donde no hay límites”. En este sentido, el poeta y ensayista narró parte de su último libro titulado Lugares donde se calma el dolor, del que el autor insistió que se trata de emplazamientos en los que el ser humano se encuentra libre de preocupaciones, en lo que llamó como “una especie de tierra de nadie”. Un texto en el que Molina viaja por todo el mundo con el objetivo de enseñar al lector los emplazamientos en los que “por un instante” uno se siente libre del paso del tiempo y del devenir. En esos lugares, dijo, “no hay ni muerte, ni mal, ni dolor, ni preocupaciones”.
Su recorrido por estos lugares comienza en Nápoles (Italia), donde se encuentra su Colina ‘Polisipo’ que significa “donde no puede pasar nada malo” y uno se encuentra, según el autor, como en el paraíso. “Saqué esta idea porque hay lugares donde al menos en un instante se siente que uno está libre de la muerte, del mal, del dolor y las preocupaciones” confesó Molina.
De Nápoles, donde comienza el libro, dijo que es “un lugar muy especial” para él y donde Miguel Cervantes dijo que “era el único lugar en el que había sido feliz” y citó a otros clásicos como Gracilaso de la Vega, Valera, Gómez de la Serna y el actual Arturo Pérez Reverte como algunos de los que también han venerado Nápoles. “Si yo me perdiera, me encontrarían allí”, aunque en el libro cita otros emplazamientos ubicados en China, Estados Unidos y la India, entre otros. El polifacético autor concluyó su intervención afirmando que tras la muerte comienza un largo viaje, “quizá el más largo viaje”.
El encuentro nacional de escritores, Río de Letras, continuará el próximo viernes, 14 de mayo, con la intervención de Miguel Aranguren, autor de libros como La sangre del pelícano, Monzón sobre Bombay o La hija del ministro, su última novela. La conferencia tendrá lugar en el centro cultural Miguel Ángel Abenza a las 20.00 horas.